Desde muy pequeña, la música ha acompañado cada rincón de mi vida. Recuerdo que, con apenas 5 años, me escondía debajo de la mesa cada vez que llegaba mi profesor de piano. No era miedo... era ese mundo enorme y desconocido que a veces abruma a los niños pequeños. Muchos maestros habrían pensado que no estaba lista para aprender.
Pero hoy lo sé: si ese profesor hubiera aparecido con una marioneta simpática, un juego musical o una canción lúdica, habría captado mi atención en un instante. Los niños no necesitan que les pidamos aprender; necesitan que los invitemos a un mundo donde el aprendizaje ocurre sin darse cuenta.
Después de más de 15 años trabajando con niños pequeños, he dedicado mi vida a entender cómo sienten, cómo exploran la música y qué necesitan realmente para aprender con alegría. Mi enfoque une imaginación, estructura y neurodesarrollo, creando una experiencia que no solo es pedagógica... sino profundamente mágica.
Mi misión es acompañar a profesores de violín que enseñan a niños en etapas iniciales, entregándoles claridad, confianza y herramientas prácticas para comenzar con éxito. A través del MÉTODO M O M I S I , diseñado especialmente para la enseñanza temprana del violín y respaldado por recursos lúdicos, busco que cada educador guíe a sus alumnos iniciantes desde el primer día hacia una experiencia musical sólida, motivadora y llena de alegría.
Enseñar a niños pequeños es un gran desafío: se distraen fácilmente, avanzan a su propio ritmo y requieren una enseñanza estructurada, visual y multisensorial. Muchos profesores sienten que no tienen una guía clara para responder a estas necesidades.
Además, cuando las clases son demasiado formales, los niños tienden a desconectarse. La enseñanza temprana efectiva necesita estrategias adaptadas a su desarrollo para mantener su interés, motivación y participación real.
🌱 Hace muchos años, viví una experiencia muy frustrante enseñando violín a un niño de 4 años. Me sentía completamente perdida: él lloraba en las clases... y yo por dentro, también. No sabía cómo llegar a él, y esa falta de herramientas me llenó de inseguridad.
💛 Esa experiencia me marcó tanto que decidí que nunca más enseñaría a niños menores de 7 años. Durante años evité ese rango de edad porque sentía que era muy difícil y no me sentía capaz.
💡 Y así continué, convencida de que los más pequeños no eran para mí... hasta que la vida me regaló a mi hija, y de manera inevitable fui aprendiendo una nueva forma de mirar, escuchar y enseñar.
Convertirme en madre transformó por completo mi forma de enseñar. Entendí que los niños necesitan un comienzo amable, lleno de claridad, juego y estrategias, para enamorarse del violín. Yo misma había iniciado mi viaje musical escondiéndome bajo la mesa en mis clases, y no quería que mi hija -ni ningún niño- repitiera esa historia.
Me sumergí en el estudio de las ventanas de aprendizaje y del desarrollo neuronal en la primera infancia. Comprendí que no tenía que esperar a que mi hija cumpliera 5 años para comenzar su educación musical: su cerebro estaba en la etapa más fértil, curiosa y receptiva. Quería acompañarla desde ahí, donde todo empieza a florecer.
Tomé elementos del Suzuki Pre-Twinkle y Kodály y de la educación musical temprana y los transformé en un sistema organizado y lúdico. Cada idea que funcionaba con mi hija la llevaba a mis clases; cada dificultad se convertía en una oportunidad para refinar el método. Así nació un camino que combina estructura, ternura y magia.
Con el tiempo descubrí algo fundamental: para conectar con los niños pequeños, tenía que permitirme "volver a ser niña": jugar, explorar, reír e improvisar con ellos. Y a medida que probaba cada estrategia con mis estudiantes, fui confirmando que el método funcionaba: los niños aprendían felices, seguros y motivados.
Otros profesores comenzaron a preguntarme cómo lograba enseñar con tanto éxito. Así nació la comunidad Momisi: un espacio donde maestros de violín aprenden paso a paso estas estrategias y las aplican con resultados que transforman tanto sus clases como la experiencia musical de sus pequeños alumnos iniciantes.
Doctorado en Artes Musicales en Interpretación de Violín y Pedagogía de Cuerdas (Universidad de Oregon).
Certificación en Método Suzuki y estimulación musical temprana.
Formación en pedagogías Paul Rolland, Kodály y el enfoque contemporáneo de Mimi Zweig.
Pensamiento pedagógico con énfasis en pre-Twinkle (pre-Estrellita) y edades tempranas.
Técnicas de movimiento aplicadas al violín según Paul Rolland.
Integración de pre-lectura musical, juego y aprendizaje multisensorial, pilares esenciales del Método Momisi.
